miércoles, 6 de agosto de 2014

México: violación a los derechos laborales y discriminación

Sobre el valor de las personas y las segundas oportunidades

SM Rico
      De manera ilegal y cotidianamente, como un acto de discriminación por parte de cada vez más empresas a lo largo del país, se solicitan documentos y exámenes médicos innecesarios para tener la oportunidad de concursar para la obtención de un empleo.
      Se llegan a solicitar a los aspirantes, además de este requisito, reportes de no adeudo en el buró de crédito y/o exámenes médicos que buscan descartar a mujeres embarazadas, enfermos de virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y también a personas que tengan alguna perforación o se hayan realizado algún tatuaje en algún momento de sus vidas. Requisitos innecesarios y que a la larga solo explotarán en la cara de la iniciativa privada y del gobierno, en el sentido de que excluirán de oportunidades a un gran número de personas que, de un modo u otro, buscaran satisfacer sus apremiantes necesidades.

El problema no es que me pagues; el problema es que me debes.

  La inseguridad en México ha creado una constante, en especial en las empresas transnacionales: una visión de poca confianza hacia las personas. Esto deriva en que se considere que cualquier solicitante puede ser un potencial delincuente, asimismo ha provocado que el ciudadano deba justificar a cabalidad la honradez de su persona, al grado de cumplir requisitos innecesarios.
     Las estadísticas de desempleo en el país muestran un panorama desolador, pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el primer trimestre del año se llegó a 2.5 millones de desempleados. Además del bajo crecimiento económico, el aumento en los costos de combustibles y los alimentos, han dejado a la población en la incapacidad de pagar sus adeudos, lo que ha provocado que el historial crediticio de muchos tenga una mala calificación.

      “No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.” Lao Tsé

      Los empleadores que solicitan anexo a la solicitud de empleo un reporte favorable en el buró de crédito o una carta de no antecedentes penales, están injustamente condicionando a los aspirantes y les niegan la oportunidad de un empleo por mantener deudas o por su condición legal, algo que no está justificado de ninguna manera legalmente.

¡No hay de otra!

     Es temprano, la esperanza de obtener el empleo y poder mantener a su familia es la prioridad en la mente de Roberto Reyes, ha buscado al igual que muchos, en varias compañías durante meses. ¿La respuesta?, un outsourcing más, empresas de subcontratación o agencias de colocaciones, que durante un mes lo instalarán en una corporación y si tiene suerte le renovaran el contrato… por otro mes más.
    No entiende porqué debe contar con esos papeles, solo sabe que al conseguirlos tendrá una oportunidad de desarrollo que lo saque adelante junto con sus hijos. El camino hacia el sur de la ciudad es largo, el gasto en transporte no ayuda y las largas filas solo quitan tiempo. Pero lo logra, tiene el mentado papel y puede probar al reclutador que no es un criminal.
     Para los aspirantes en la Ciudad de México no existe opción, parece legal y hasta justo. Algunos entrevistados afirman: “Si yo tuviera una empresa me gustaría que mis empleados me probaran su honestidad”. Otro más agrega: “Es correcto pedir este documento para que no se roben las cosas o cometan fraudes los delincuentes, al final pues, lo solicitan muchas empresas, tanto grandes como pequeñas, y es gratis”.
     Sin embargo en el interior de la república tiene un costo, por ejemplo: en Michoacán es de $34; en Guanajuato, $65; en el Estado de México, $121; en Tlaxcala, $128 y en Puebla, alcanza los $230; dinero que sirve como beneficio para el gobierno local por conducto de recaudaciones y que para el ciudadano en cuestión, solo tiene una vigencia de entre quince días o tres meses dependiendo de la entidad.

Práctica laboral discriminatoria

      La carta de no antecedentes penales más que una cuestión de seguridad y de confianza, es un asunto de discriminación. El abogado Sergio Soto, experto en asuntos laborales, afirmó que en este caso se está emitiendo un juicio sobre la persona, a pesar de que en la realidad ya ha sido juzgada por una autoridad por el delito que cometió, pagando así su deuda con la sociedad, por lo tanto, si una empresa llegara a negar el empleo a un aspirante por este hecho, al conocer sus antecedentes, atenta contra la dignidad de la persona.
     En este sentido aquel particular que incurriera en esta falta, estaría cometiendo un acto de discriminación en base al artículo 1o de la Constitución y el 133 de la Ley Federal del Trabajo; asimismo, la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 1o del Pacto de San José y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por su sigla en inglés) artículos 6 al 27, pues toda autoridad y particular tienen la obligación de respetar los derechos humanos.
      Añadió que en este caso, el afectado podría recurrir al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), pues la obtención de un empleo solo debe de depender de las capacidades y habilidades del solicitante y no de sus antecedentes legales o adeudos de carácter comercial. De ganar la demanda, podría darse el caso por lo menos, de que eliminaran este requisito para poder ingresar en la empresa demandada.
     Cabe subrayar que en los sitios de Internet de algunas entidades federativas, se incluye una liga en la que se encuentra el fundamento legal con respecto a la solicitud de la carta de no antecedentes penales, que en algunos casos solo lleva a una página en blanco.
   Sin embargo, salvo lo que algunos pudiesen pensar, el fundamento al que se refieren es en relación al procedimiento, los requisitos y los costos para solicitar el trámite, más no una explicación sobre el porqué las empresas obligan al aspirante a llevarles este documento.

     La certificación internacional o el progreso a costa de los otros

      Entre las razones que argumentan las empresas para pedir este trámite a sus aspirantes están las distintas certificaciones que a nivel internacional existen, por ejemplo el Nuevo Esquema de Empresas Certificadas (NEEC), administrado por el SAT,  que son convenientes para ingresar a diversas organizaciones de comercio, las cuales incluyen entre sus beneficios el poder transportar y exportar mercancías al extranjero, especialmente a Estados Unidos, de una manera más ágil y efectiva.
     No hace falta mencionar algunas estipulaciones que existen con respecto a la lucha contra el terrorismo internacional. Como uno de tantos requisitos, las organizaciones de comercio internacional, entre otras cosas, solicitan a sus integrantes tener un control sobre los aspirantes a obtener un puesto laboral y también sobre sus actuales empleados de manera exhaustiva.
     Aunque textualmente, esta normatividad no especifica que se deba discriminar a los solicitantes por sus antecedentes, sus deudas comerciales o la tinta que cubre parte de sus cuerpos; haciendo a un lado las necesidades de la población, el contexto en el que se desarrollan o que algunas prácticas sean violatorias de derechos humanos.

¡A dónde vamos a parar!

   Las segundas oportunidades perdidas llenarán de rencor las calles y de nuevos soldados para el crimen organizado en la práctica, justo lo que trataban de evitar los empresarios nacionales; no tendrán al ex presidiario en sus instalaciones trabajando, pero tal vez sí, fuera de la escuela de sus hijos en espera de dar un buen golpe.
     Por otra parte, de tanto suceder se vuelve una costumbre discriminar, y provocará que los afectados justifiquen la práctica, la perpetúen y discriminen a su vez a los jóvenes por ser dueños de su cuerpo al realizarse perforaciones o tatuajes; en el entendido de que no es correcto hacer lo que se quiere, sino lo que está de acuerdo con los códigos culturales del mundo ejecutivo, propios de la industria nacional o transnacional.
      Y para el resto de los desplazados por tener deudas y no tener manera de pagarlas, lo que podrá suceder a largo plazo por este tipo de práctica, será que busquen oportunidades de desarrollo en la informalidad en detrimento del desarrollo del país por conducto de recaudación fiscal.
      La denuncia será importante en cada caso, pues actualmente muchos aspirantes son discriminados. Sin embargo, en la realidad, el valor de las personas no se mide por una deuda pagada, antecedentes legales, apariencia física, estado de salud o por llevar algunas semanas de embarazo; sino por sus habilidades y capacidad profesional. En pocas palabras; son derechos ganados, que debemos defender y no debemos olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario