jueves, 27 de noviembre de 2014

Lo que no está caminando bien



SM Rico

En unas horas más escucharemos el mensaje del presidente de la república; palabras, tras una significativa hilera de escándalos que no solo le han abierto los ojos a muchos ciudadanos con respecto a las personas que los gobiernan sino que a ensombrecido la figura presidencial, llegando al punto de que la solicitud de renuncia de Enrique Peña Nieto suena incluso más allá de las fronteras. 

El discurso o mensaje, más que buenas noticias y el cumplimiento de una expectativa de días, solo nos mostrará un escenario ya conocido, y es que como se ha podido ver a lo largo de estos dos años, la constante en este tipo de casos es repartir la culpa, más que repartir las responsabilidades; todos los mexicanos somos culpables de la crisis de inseguridad. 

Sin embargo son pocos, y solo casos aislados el de los funcionarios públicos o los partidos políticos involucrados en actos criminales y complicidades; la salida que dará el ejecutivo es muy predecible, la creación de una nueva dependencia que será controlada por la presidencia pero al mismo tiempo independiente, junto con el cumplimiento a futuro de una serie de compromisos de los cuales solo se verá el resultado a lo largo de los años.

El problema se enfocará en la parte más sacrificable del gobierno, en este caso los policías municipales, probablemente se hará énfasis en la oportuna creación de la gendarmería y se destinarán otra vez, recursos públicos a los gobiernos involucrados, recursos que como hemos visto a lo largo de la última década, no llegarán a su destino.

Este nuevo plan de legalidad, nos mostrará una cara conciliadora y responsable en un gobierno que a últimas fechas se ha mostrado corrupto, represor y dado a las escenificaciones mediáticas; ya sea con policías y autoridades locales o federales cómplices de criminales, como también de funcionarios que envueltos en la soberbia y el descaro aplauden la actuación de policías golpeando mujeres y niños en el zócalo capitalino.

En el mensaje presidencial se dirán verdades y mentiras, se verá un rostro de preocupación y de liderazgo, sin embargo, será en las acciones durante los siguientes 30 días que se podrá determinar si este es un discurso y un compromiso que ataque las causas de la corrupción y complicidad de funcionarios públicos o solo una esperanza vacía para un futuro lejano. 

No es suficiente buscar el simple y tardío control de daños o callar las voces que claman justicia con palabras o con golpes que los alejen asustados de las calles, la realidad es diferente. “En la vida política, como afirmara Gramsci, la actividad de la imaginación debe estar iluminada por una fuerza moral: la simpatía humana” una empatía que no se ha visto en los hechos y no puede ser escenificada.

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