Una Navidad en el frio y la tristeza

SM Rico

diciembre 27, 2014 - La Carpa.com.mx - En medio de la lluvia; sin paz, sin un hogar tranquilo y sin respuesta; en la antesala de lo que fuera para muchos la Noche buena; para los padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, es un día más. Un día más sin respuesta y un día más en que caiga la lluvia o haga frío, el enorme hueco de un hijo perdido, no permite encontrar la paz de modo alguno.

Tres meses han pasado ya de la tragedia, en que policías y autoridades involucradas con el crimen organizado, provocaron la violenta desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Superior Raúl Isidro Burgos, en Iguala Guerrero; hasta ahora no se tiene pista más que de uno de ellos: asesinado e identificado por un fragmento de hueso, según el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAG).

Una tragedia que apostó al olvido desde un inicio; una desgracia que tardo 11 días en atraer la atención del presidente; una calamidad, que aún hoy mueve a personas en todo el mundo y llevó a unos padres protegidos solamente por bolsas de plástico a las puertas de la casa presidencial para recordarle al ejecutivo que ellos no están cansados, que ellos no están de vacaciones y que ellos no se rendirán.

“Estamos aquí para darle una lección de fortaleza, para mostrarle que jamás dejaremos de buscarlos aunque sea solos, dado que su gobierno no ha podido encontrarlos a pesar de tener los recursos para hacerlo” declaró Felipe De la Cruz, padre de uno de los estudiantes, según información de la agencia AFP.
Esto se da, entre otras cosas por la inesperada e insufrible actitud que tomaran días antes, los peritos de la Procuraduría General de la República (PGR), al interrumpir las labores de búsqueda y acompañamiento que llevan con los padres de los desaparecidos; para tomarse unas vacaciones por las fiestas de fin de año, según afirmó Ángel Jiménez Blanco, de la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG).
Los padres de las víctimas no dan receso ni vacaciones a su dolor, ni a la esperanza de encontrar a sus hijos. Se dio una Navidad de dos caras; una con comida, lujos y policías antimotines cuidando la puerta; y la otra afuera, en la lluvia, con frio, con tristeza y con el dolor a cuestas, inseguros y sin nada en las manos más que las fotos de sus hijos; con el apoyo de todo el mundo y sin el apoyo de la autoridad.

Aun hoy se encuentran esperando respuesta; en una nueva marcha este viernes 26, trataron de encontrar empatía o algo más que horarios de oficina ante su desesperada situación. Exigencias y algunas pintas recorrieron Paseo de la Reforma y culminaron en el Monumento a la Revolución; con palabras llenas de esperanza, enormes fotos y veladoras que no olvidan; que ganan también, cada día más simpatizantes.
Un mensaje oficial 20 días después y promesas en el futuro lejano; la gran tragedia nacional y la empatía llegaron tarde, tratan de ocultar el antes y el después en México.
Más de 100 mil muertos; oficialmente 27,347 de enero a septiembre de este año; mexicanos y migrantes desaparecidos en narcofosas; al día de hoy, la violencia en Guerrero y la complicidad de las autoridades, no son un caso aislado sino un caso más.