miércoles, 8 de julio de 2015

Nuestra intimidad vulnerada

SM Rico

El mes pasado se cumplieron 66 años de la publicación del libro 1984 de George Orwell, gran novela que nos habla del control, la desesperanza y el espionaje que desde las altas esferas gubernamentales es dirigida hacia nosotros. Esta obra no pierde vigencia pues a pesar de ser una ficción ubicada en un pasado lejano y parcialmente superado, nos recuerda que si antes había ojos en las calles y detrás de las paredes, ahora tenemos ojos y oídos en cada una de nuestras pantallas y bolsillos.

Si no has leído este gran clásico, a continuación una breve reseña para que te animes a disfrutarla a un mes de su aniversario, y así puedas comparar lo mucho que este gran hermano ha evolucionado también, asimismo como en su morboso espíritu, busca conocerte y saber cuáles son tus puntos débiles para aprovecharlos en su beneficio.

El miedo y la libertad

Una sociedad con miedo, un mundo en guerra, las cámaras vigilan la ciudad; los centros de trabajo, las calles, los jardines, cualquier callejón; las casas y cada una de sus habitaciones, todo está bajo el resguardo de un ojo vigilante; una mirada que proviene de un gran protector, un amado líder: “el gran hermano”. La mayor libertad sería poder decir la verdad, que dos más dos son cuatro… pero no aquí. Aquí los que de mayor libertad gozan son las proles pues el partido les da la libertad intelectual pero lo hace porque sabe que no tienen intelecto alguno.

Éste es parte del escenario de la novela de George Orwell: 1984. Escrita en 1948 y publicada en junio de 1949. Es una sátira de los regímenes totalitarios y describe en especial al de José Stalin que por medio de la dominación y la propaganda consiguió un gran poder y un enorme control sobre la población no solo en el sentido político sino en lo ideológico por medio del culto a su personalidad. La historia se va desarrollando de abril a junio de 1984 en una Inglaterra dominada por un ambiente bélico. 

Entre sus personajes se encuentra Winston Smith, el cual representa al ciudadano que solo sabe que algo anda mal pero desconoce el cómo y el porqué; este personaje representa a todos aquellos que alguna vez se han visto en la situación de saber que ese sistema al que todos se entregan y al que ofrecen su franca devoción es malo, ya sea un sistema emanado del socialismo o del capitalismo. Smith es alguien que se pregunta, sufre y quiere creer que existe alguien que comparte su opinión; en su interior resuena la idea de que las clases bajas algún día tomarán conciencia de su propia fuerza ante el sistema, liberándose de todo ese yugo y enorme crueldad.

Pero es un sueño en la mente de Smith, pues en la historia humana no solo los regímenes totalitarios sino las religiones han utilizado y abusado de las masas sin que estas hagan nada en absoluto pues para eso se tienen las tradiciones, que como pensara Russell son mera apariencia, pero significan un gran consuelo para los que viven de ellas. Y poco a poco a lo largo de la novela Winston aprenderá que en realidad muchas de las inconformidades de estas proles carecen de importancia y fundamento, son solo simplezas como la de pelearse por una sartén, cuando en la realidad sufren por cosas de mayor importancia.

Una constante en la Oceanía de Winston, es considerar a las proles como a los animales, libres, pero insignificantes y utilizables; su ciclo de vida es más que conocido por el partido en el poder: nacen, crecen, empiezan su ciclo laboral a los 12, se casan a los 16, se reproducen, se llenan de vicios, se enferman y se mueren; son así de simples, y cuando algunos tratan de mostrar cierta rebeldía son controlados para que no contaminen a los demás.

Sin embargo los proles, así como los pájaros, aún tienen el derecho de cantar por el simple gusto de hacerlo, a pesar de que su vida debe de servir para algo o de otro modo terminarse, como afirmaba Bernard Shaw: con un gas que los acabe de una manera muy humana; algo que sucede en la realidad en países como Corea del Norte en donde se experimentan armas químicas en los “campos de trabajo”.

El siguiente personaje es Julia y representa la última oportunidad de vivir el amor para Winston. Ella se ha adaptado al sistema y busca la manera de vivir y disfrutar a pesar de las circunstancias, finge ser una fuerte devota de las políticas del INGSOC (acrónimo de socialismo ingles), pero interiormente vive odiándolo tras una máscara, es realista y no trata de cambiar las cosas, sabe que si le da al partido lo que desea el régimen no le hará daño, sin embargo se enamora de Winston y a pesar de que está consciente de que su amor no tiene futuro busca su felicidad arriesgando su propia existencia.

En el fondo cree saber que no pueden apropiarse por completo de su vida y su consuelo es que a pesar de todo ellos no pueden llegar a tu corazón y por lo tanto existe aún algo que si le pertenece.

O´Brien es parte del INGSOC, no es una víctima sino pieza fundamental del sistema, ha sido parte de su creación y sabe toda la verdad; manipula, destruye y engaña para poder mantener al partido con vida eterna, no muestra resentimiento y con la seguridad que tiene en sus métodos y en el uso de la razón para obtener el poder, le responde a Smith sus preguntas haciéndole ver que se equivoca si piensa que el partido actúa así para lograr un verdadero bien común y que la verdad es la búsqueda del poder por el poder mismo, utilizando todos los aspectos científicos que sean necesarios para lograrlo y cometiendo los crímenes que sean necesarios para conseguirlo.

El gran hermano, el principal personaje es hasta por sus mismas características físicas el retrato de Stalin: una imagen, un líder, un semidiós, alguien que lo ve todo y que lo sabe todo; más allá de él no existe nada y para él lo más importante es el pueblo; controla, obliga, mata de hambre y humilla a sus enemigos; destruye y alcanza la supremacía a costa de los demás, esta sostenido sobre la fuerza más grande sobre la tierra; ésta lo sostiene y le da todo el poder; también su vida y su libertad, para producir materiales de guerra, la comida, los enormes edificios y los lujos que no ostenta pero que disfruta enormemente.

El culto al héroe hace divinos a sus líderes y creadores del mismo modo que el cristianismo convirtiéndolos en esclavos de la barbarie; no importando cuanto los maltraten ellos agacharan la cabeza en franca devoción y le darán al líder toda su alma y corazón respondiendo con la mayor felicidad al primer premio o condescendencia que reciban por más pequeña que esta sea.

O´Brien conoce todos los detalles desde hace años; de modo que les tiende una trampa encerrándolos en el Ministerio del amor. Con ella las cosas son muy fáciles, más de lo que se esperaba, pero la tortura para Smith es mayor; dolor y humillación  lo convierten en algo menos que un hombre o quizá en el último hombre de Europa, durante su tortura se da cuenta de que nunca podrá cambiar las cosas, la prole por si sola jamás se levantará ante nadie pues siempre debe de haber un caudillo, el partido sabe esto, pues así llegó al poder por lo tanto reprime y asesina cualquier crítica al sistema. Aun sabiendo esto y ya sin fuerzas Smith solo puede decir: “no sé cómo pero alguien los detendrá”.

O´Brien le dice a Winston que no existe nadie que pueda detenerlos pues el partido ha logrado asimilar las virtudes y los defectos de anteriores tiranías como la de los comunistas y los nazis. En ésta parte. es claro el paralelismo con los Estados Unidos que sin ser un régimen totalitario aprendió bastante de lo que hacían sus “aliados” y “enemigos” adquiriendo a lo largo de la Guerra Fría conocimientos tanto tácticos como científicos; usando del mismo modo como chivo expiatorio a alguien que antes fue su aliado comercial, mostrándolo en miles de fotos una y otra vez convirtiéndolo en el origen de todo mal y en el enemigo de la libertad que el gobierno había derrotado.

Goldstein es la imagen del desertor y del traidor al partido, constantemente en momentos clave llamados los dos minutos de odio, la población descarga toda su frustración y su coraje sobre él. Este personaje representa claramente la figura de Trotsky durante el régimen de Stalin, alguien que en otro tiempo fue héroe y fundador del partido pero que en ese momento es visto como un ejemplo de traición y de desestabilidad.

El partido no oculta su presencia, lo que hacen es sobreexponerlo y decirle a la prole que es un enemigo de la causa y de la revolución, todo lo que dice con respecto al partido es falso a pesar de que denuncia crímenes que se cometen todo el tiempo sobre el mismo pueblo y que todos conocen. Este personaje al igual que Trotsky permanece en la memoria tanto de la prole como de muralistas e intelectuales, como un enemigo que debe de ser destruido.

La obra fue tomando forma a partir de 1945 culminando en el 48. Toma en cuenta principalmente aspectos del comunismo en la URSS el fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemán y la guerra civil española en la cual el mismo Orwell participo.
En Oceanía, lugar donde se desarrolla la historia, el placer se ha erradicado al igual que la religión y la familia, pues todo debe de tener una utilidad para el Estado y por lo tanto el tener un hijo no pasa de ser un simple requisito que cumplir para con el partido, entregándole un nuevo obrero o soldado que podrá utilizar.

Los campos de trabajos forzados que aparecen en la narración también existieron desde años atrás en Rusia, posteriormente en Alemania, China, Cuba y actualmente en Corea del Norte. Estos fueron lugar común para todos aquellos enemigos del régimen, y pagaban con trabajo para el gobierno su falta de compromiso y amor con el partido, en estos lugares eran torturados y humillados, pero más que castigados, eran “reeducados” para que “recapacitaran” y se dieran cuenta de la manera en la que debían de actuar.

Son tres superpotencias que dominan al mundo: Oceanía, donde se desarrolla la historia es gobernada por el Partido INGSOC y abarca toda América, Inglaterra, Sudáfrica, Australia; la siguiente es Eurasia, donde impera el neo bolcheviquismo y que está formada por Europa, parte de Oriente Medio y toda Rusia.

La tercera potencia es Asia Oriental conformada por China, Japón y Corea; aquí tienen “una extraña creencia” que puede ser traducida como la “adoración a la muerte” o la “desaparición del yo”. Existe también un cuarto territorio el cual está conformado por, India, Vietnam, Tailandia, el norte de África y Filipinas. Éste es un territorio de conquistas y que cambia de dueño constantemente pues solo se utiliza como botín de guerra.

Oceanía se sostiene sobre cuatro Ministerios principales: “El Ministerio del amor” que se encarga de los castigos y la tortura, “El Ministerio de la paz” que se encarga de la guerra y busca que esta sea constante, “El Ministerio de la Abundancia” que se encarga de racionar todos los recursos para la población; no hay riqueza ni se puede acaparar nada para vender pues el gobierno lo tiene todo y lo reparte “por igual”.

Por último, “El Ministerio de la verdad”, lugar de trabajo de Winston Smith donde se encarga de manipular todo documento existente; se cambia la verdad y se hace inocente o culpable a quien convenga al partido mostrando la verdad oficial de la historia, aquí es donde se usa la neolengua, un nuevo vocabulario que busca cambiar el lenguaje y destruirlo para evitar que la gente piense, eliminando conceptos que puedan ser peligrosos para el sistema como la palabra “libre”.

Audazmente Orwell a la par de estos Ministerios, maneja la idea del doblepensar, que es la filosofía por la que los habitantes de Oceanía conocen la realidad. Según estas reglas existen tres frases fundamentales para cada habitante y que son el lema del partido: “La paz es la guerra”, lleva implícito el significado de que mientras exista la paz en la nación será mayor el peligro de revuelta y de manifestaciones civiles, en su forma inversa la guerra es la paz, porque al momento en que el pueblo vuelca su odio sobre un enemigo exterior hacen a un lado los abusos del régimen aceptando lo que sea de su parte incluso el dolor y la muerte.

“La libertad es esclavitud”, aquí se maneja la idea de que si existiera libertad en especial económica regresarían los tiempos de los antiguos capitalistas que esclavizaban y abusaban laboralmente de la prole, por lo tanto en su versión inversa la esclavitud es la libertad porque el régimen al tomar el control de todo incluyendo del mercado, le da la libertad que se merecen a las masas y a cada ciudadano.

Por último se maneja la frase: “Ignorancia es fuerza”, en este caso se maneja la idea de que la fuerza de la prole esta en dejarse llevar, en dejar que el partido piense por ellos, mientras menos ideas se tengan y se siga la idea del líder sin condiciones habrá un enorme progreso para todos; la otra forma de leer la frase según va leyendo Winston en el libro de Goldstein es que la fuerza y el poder jerárquico del partido se sostienen sobre la pobreza y la ignorancia de todo el pueblo que se mantiene ajeno a las cosas y se deja llevar dócilmente por aquellos que si piensan y que los manipulan a su antojo obteniendo una enorme fuerza y poder a través de su tonta devoción y su fe.

Y esa plaga incendiaria, enemiga del conocimiento, lacera y quema hasta el más grande dolor y la mayor humillación a los que tiene cerca, mostrando su cara de bondad y de dulce vigilancia constante; no tienes derecho sin mí, dice en todas voces tanto la religión como el amado líder a su prole; no tendrás gloria sin mi permiso, de modo que no tengo que vigilar tus pensamientos porque para eso estas tú; tú solo vendrás a mí y te acusaras para que yo decida si eres digno o no de mi perdón.

En la explicación del “libro de Goldstein”, un texto que aquellos que están en contra del partido conocen simplemente como “El libro”, se detalla la manera en la que se conforman las potencias totalitarias; así es como aprende Winston que existen tres tipos de personas:
Los altos; son los que tienen el dominio y las ideas, se sienten merecedores de la supremacía y de que los demás les sirvan, se aferran al poder y no piensan soltarlo. Los medianos; son los que tienen las ideas pero no tienen el poder, saben que los humanos no somos iguales; buscan derribar a los altos para quedarse con el poder y la forma en la que lo logran es convenciendo a los bajos para que los ayuden con la falsa promesa de que mejoraran sus condiciones de vida o de que compartirán el poder con ellos.

Los bajos; son los que no tienen ni las ideas ni el poder pero sueñan con tenerlo, tienen la creencia de que todos somos iguales, viven con la ilusión de que alguien llegue y los rescate de su sufrimiento y por lo mismo son víctimas todo el tiempo de los medianos.

Nuevos líderes, nuevas formas de espiar

En la historia humana tal vez no exista un final feliz ni una fe que no trate de manipular; aun así existe el consuelo del tiempo, no hay tiranos, regímenes, ni presidentes eternos, tampoco los “altos” perduran para siempre en su pedestal. Ahora muchos podemos ver, con los ojos del gran hermano; podemos saber, antes de que nos informen; podemos decidir, antes de que nos convoquen y podemos cambiar, antes de que nos modelen.


Sin embargo en contraparte: nuestras fotos y videos, nuestros sentimientos y experiencias, nuestros gustos y perversiones, toda nuestra vida; es vista y revisada de formas que aun esperamos enterarnos. Una dictadura de ficción nos recuerda que detrás de las paredes y tan cerca como la almohada, el bolsillo o la Smart TV, alguien en otra parte está escuchando, recopilando datos y estudiando cada aspecto de nuestra existencia y cada momento de lo que hacemos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario