Veladoras es lo que queda por poner en Michoacán, pues han pasado los años, los partidos políticos, las estrategias militarizadas y nada cambia, Estado fallido o a punto del colapso es Michoacán y la vida de sus habitantes ha pasado a segundo plano desde hace muchos años.
El narco es un negocio de millones de dólares; pero el
producto del trabajo de los pobladores, sus esposas e hijas, el derecho de piso
y la vida misma, son moneda de cambio y consumo frecuente de aquellos que
tienen poder. Y así, día a día el silencio y la impunidad crecen; el hartazgo y
la angustia llevan a las armas en busca de justicia, pero no la encuentran ni
la encontrarán en el largo plazo.
Un Estado ineficiente, que junto a otras instituciones, como
la iglesia, se muestran públicamente entre lo oportuno y lo oportunista, buscando
la unión de todos, manifestando una falsa hegemonía. Sin embargo es necesaria
la unión que lleve a superar la amargura de los hechos vividos, de los
familiares perdidos, de los cuerpos humillados y las bolsas vacías.
Un corazón lleno de tristeza y desesperación, en medio de
una estructura carente de orden y de honradez, es motivo suficiente para que
cualquiera como pueblo llegue a tomar las armas. Los campesinos, los
comerciantes y pobladores en general, tienen causa y tienen propósito, esta sería
la verdadera homogenización.
Fausto Vallejo los considera minoría, no solo a los armados
sino a los que han sufrido por las carencias e ineficacia de su gobierno
ausente, pues son solo una parte del estado; desde hace casi un año, las autodefensas
improvisadas sacan a los criminales de algunas comunidades, pero reciben como
respuesta del gobierno: la cárcel y la etiqueta de criminales.
¿La desaparición de poderes será el siguiente paso? ¿Qué
poder gobierna ahí? No es el poder del pueblo, sino el del crimen organizado.
El gobierno federal sabe que la estabilidad debe provenir del Estado, de
alguien más, sería inadmisible para ellos, pues la historia nos recuerda que un
poder que vincula por una causa, el poder de la unión, es un poder que
trasciende cualquier cosa, incluso al Estado.
*Comentario al artículo: Michoacán una bomba de tiempo, por Hector Tenorio
*Comentario al artículo: Michoacán una bomba de tiempo, por Hector Tenorio
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