Desempleo en la nueva normalidad, el rescate de un enfermo terminal

SM Rico

El regreso a la nueva normalidad en CDMX será paulatino y no se sostendrá sobre una cantidad determinada de muertos cómo algunos medios tratan de hacer creer. La realidad que tendremos ante nosotros por lo menos de aquí hasta el próximo año radica en un conjunto de elementos que tomarán forma en el nuevo esquema de semáforo, y que en caso de la zona metropolitana ya está anunciado que permanecerá en rojo hasta el 15 de junio y con una posibilidad de luz verde hasta agosto.

En palabras de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, lo importante es que no se desborde la capacidad de camas en los hospitales que están habilitados para atender a las víctimas de la pandemia por COVID-19. La zona metropolitana esta formada por la CDMX y el Estado de México por un aproximado de 22 millones de habitantes (más del doble de Suecia), y significa la unión de las 16 alcaldías de la ciudad y 57 municipios conurbados.

Por el momento es la zona con el mayor número de contagios en el país (15 mil 844 casos acumulados solo en la ciudad), y necesariamente se tendrán que tomar medidas para ambas entidades de manera coordinada; los problemas de unos serán los de otros también.

Para los desempleados no es nada fácil esta situación, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), existe suficiente liquidez para poder sostener el problema que viene como una ola apunto de aplastar a muchas familias.

Sin embargo, no todos los solicitantes recibirán una respuesta positiva de sus Afores, dado que no cubrirán los requisitos para el “apoyo” que ofrecen las administradoras, pues algunos ya han sido “beneficiados” por el mismo durante los últimos cinco años o no cubren con el perfil tanto de estas como del IMSS que también interviene en la entrega de estos recursos a los derechohabientes.

Algo a destacar para los que busquen esta “solución” es su principal desventaja: el hecho de que al trabajador le prestarán dinero, pero le cobrarán con semanas de cotización, que en el mejor de los casos pueden llegar a ser más de cien, solo por recibir estos recursos en cada ocasión, de ahí que represente un “apoyo” que con el tiempo será cobrado "a lo chino”.