viernes, 18 de diciembre de 2015

El Congreso mexicano; premiando el presente y olvidando el pasado

Antonio TENORIO ADAME
  • El Congreso olvidó a José María Morelos
  • Los apuros y acuerdos de último momento
  • La LXIII Legislatura clausuró su Primer periodo ordinario de sesiones de su primer año de ejercicio con logros y faltantes en relación con su Agenda legislativa

Imagen de actualidadesmexico.mx
El final en el Senado ha sido apresurado con acuerdos forzados por la premura, se obtiene la aprobación de la Reforma Constitucional del Distrito  Federal, junto con la creación de la Secretaría de Cultura, como joya de la corona. De igual manera dominan las prisas en San Lázaro, donde se otorgó la “Medalla Eduardo Neri y Legisladores 1913”, al ingeniero  Rodolfo Neri Vela, en una sesión solemne casi  empalmada  con la sesión de clausura del Periodo ordinario.

Hay varios pendientes, en una y otra cámara. Tal es el caso en la de diputados donde se registran 489 iniciativas propias de las cuales solo se dan 29 dictámenes. Los senadores concluyen sus sesiones entre nombramientos de dos ministros de la Corte, ocho consulares y de servidores públicos, sin llegar a aprobar al titular del INEGI, Julio Antonio Santaella, por dudas en “ejercer plenamente  la autonomía del Instituto”; el déficit legislativo afectó a los proyectos de decreto al combate a la corrupción, las iniciativas de seguridad y justicia, o de orden penal, el endeudamiento de los estados y municipios, la de Asociaciones Público-Privadas, Pensionissste, Desaparición Forzada y Contra la Tortura, entre otras.

El proceso legislativo mexicano se encuentra enmarcado en los parámetros de máximas expectativas con resultados austeros. Sin embargo, en esta Legislatura se dio un olvido mayor correspondiente al marginar la conmemoración del Bicentenario de la muerte del Generalísimo José María Morelos y Pavón, cuya inscripción dio nombre al año oficial  en curso, por decreto presidencial.

LA DISOLUCIÓN DEL PRIMER CONGRESOS MEXICANO: una razón del olvido, si es que existe, es la falta de sincronía entre el calendario cívico y el legislativo, ocurre en ese tenor que la efemérides se da el 22 de diciembre, no obstante, existen otras fechas que debieron ser recuperadas su celebración, como ocurre en el momento en que se clausura el Periodo ordinario con la coincidencia de la conmemoración, también bicentenario, de la disolución del Congreso de Anáhuac ocurrido en las inmediaciones de la ciudad de Tehuacán, Puebla.

Después de las derrotas insurgentes de  Valladolid, y Puruarán, el Congreso de Apatzingán se repliega debido al peligro de ser apresado por el ejército realista. En el trayecto para llegar a Tehuacán donde se pondría, a salvo, Morelos fue apresado en Temalaca el 6 de noviembre de 1815, para ser juzgado y fusilado en San Cristóbal Ecatepec el 22 de diciembre de ese año.

El Congreso de Anáhuac se mantuvo en Tehuacán durante un mes, pero el 15 de noviembre, al iniciar su sesión fue interrumpido por tropas bajo el mando insurgente de Manuel Mier y Terán, se le redujo a prisión para posteriormente proceder a su disolución  formal y dejarlos en libertad.

Mier y Terán pretendió asumir el poder con rigor legítimo, por lo que formó una Comisión ejecutiva con un gobierno compartido con Alas y Cumplido, a la vez que inscribía en dos proclamas publicadas: su sentir de responsabilizar a los diputados de abuso indebido de la soberanía, “cuerpo débil y vacilante”, “carecer la confianza pública”, “deprimir el mérito de los militares” y de “trabajar con suplentes”, por lo que había procedido a formar un gobierno provisional.

No fue posible cohesionar a los jefes insurgentes, ninguno le otorgó su confianza a Mier y Terán para formar gobierno. Los combates finales se dieron sucesivamente hasta el 25 de abril de 1817 cuando Vicente Guerrero es derrotado en Xonacatlan y el movimiento armado insurgente se apaga.

No es común celebrar las derrotas, el patriotismo en su desarrollo también requiere del olvido, pero si es necesario recuperarlas como experiencia y parte de la tragedia de la condición humana; la disolución del Congreso de la América Mexicana es el punto de partida de la relación del Poder Legislativo con los otros poderes, y los vínculos entre los propios legisladores

En México más de diez veces el Ejecutivo ha desaparecido al Congreso, nada menos que la Medalla otorgada a Rodolfo Neri Vela, refiere el asesinato de cinco diputados por el “chacal” Victoriano Huerta.

También valdría la pena destacar que la aprobación de las Zonas Especiales Económicas, lleva implícito el mensaje de cubrir el saldo histórico del atraso de la región Pacífico sur, como una cuota histórica al movimiento social político militar del heroísmo de Morelos en un territorio que tanto dio a la independencia y sigue hasta ahora en la esclavitud hiriente de la marginación.

¡El espíritu de Morelos no se apaga!

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