viernes, 18 de diciembre de 2015

Rescates Infantiles

Jorge Mújica Murias

Foto de tijuanadigital.mx/
“A falta de pan, tortillas”, dice el dicho y dice bien. O también, “búscale cinco pies al gato aunque tenga cuatro”.

Cuando la vida no avanza en la dirección que uno quiere, lo cual a menudo pasa con las comunidades migrantes, vale la pena retorcer un poco la situación y buscar a ver si se abre la puerta de la cocina, en vista de que la puerta principal está cerrada con candado.

Eso pasó en México con la situación de los niños migrantes, personas con derechos legales que no se aplican, o con derechos que no conocen y por lo tanto no pueden ejercer.
En su paso hacia el norte, antes de que la Migra gringa tenga chance de arrestarlos por no tener papeles o por ser niños y andar sin un “adulto responsable” que los acompañe, los migrantes pequeños tienen que evadir a la migra mexicana, que los trata igual o peor. 

Hace cosa de unas semanas, el Instituto Nacional de Migración “rescató” a 12 guatemaltecos en Morelia, decía la nota, entre los cuales había dos menores de edad, uno de los cuales viajaba sin la compañía de algún familiar. “Rescatar” es el término favorito de la Migra mexicana, para no decir “detener” o “arrestar”, porque suenan muy feo. De qué o de quién los “rescatan”, nunca queda claro, a menos que se trate de alguien que los tenía secuestrados. 


Pero en el caso de estos guatemaltecos, no los rescataron más que del chofer del camión en que llegaron a Morelia, y fueron “rescatados” después de que “El personal migratorio entrevistó a los ocupantes de la unidad, quienes manifestaron que no contaban con ningún documento que acreditara su regular estancia en territorio mexicano”. 

Tampoco se aclara nunca si entrevistaron a todos los pasajeros o cómo le hicieron para identificar solamente a los extranjeros, y finalmente dicen que “los extranjeros menores fueron atendidos por Oficiales de Protección a la Infancia (OPI), del Instituto Nacional de Migración para brindarles toda la protección y atención especializada, en tanto su representación consular lleva a cabo la localización de los familiares de quien viajaba solo, para entregarlo a las autoridades migratorias de Guatemala y, posteriormente, reunificarlo con su familia”.

Mejor Niño que Migrante 

Para que las cosas tuvieran final feliz, “Los extranjeros fueron trasladados a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Morelia, dándole aviso a la autoridad consular de Guatemala para iniciar el procedimiento administrativo migratorio correspondiente y brindarles el retorno asistido”.

Yo me pregunto con qué familia reunificarán al menor, que de seguro viajaba para reunificarse con su familia de acá de este lado. Si de “asistirlo” se tratara, pues tendrían que ayudarlo a brincarse la barda y encontrar a sus familiares de acá. No lo harán, por supuesto, porque ahora México es la extensión de la frontera gringa y punto. 

Pero una cosa acaba de cambiar. Se abrió la puerta de la cocina, y desde el 2 de diciembre se supone que es ilegal “privar de la libertad a un menor en un centro de detención”. No es que haya cambiado la Ley de Migración, sino que el el derecho se encuentra en el nuevo Reglamento General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Artículo 111, para mayor referencia: “En ningún momento las niñas, niños o adolescentes migrantes, independientemente de que viajen o no en compañía de una persona adulta, serán privados de la libertad en estaciones migratorias o en cualquier otro centro de detención migratoria”. 

Más aún, el reglamento también obliga a la adopción e implementación de medidas para evitar que los niños, niñas y adolescentes acompañados de sus padres sean privados de su libertad por motivos migratorios, y todavía más, evita que se los manden al DIF, sistema de Desarrollo Integral de la Familia, muchas veces mal manejado por las “primeras damas” de los gobernadores en turno.

Según el nuevo Reglamento, se creará un Sistema Nacional de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes, con todo y su respectiva Procuraduría Federal de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. A ellos les tocará coordinarse con la Migra mexicana para “asegurar que los procedimientos migratorios se privilegie el interés superior de la niñez”, dice el Artículo 105 del Reglamento.

No todo está resuelto para los migrantes, por supuesto, y quiensabe si algún día se pueda interpretar que “el mejor interés del niño” es reunificarlo con su familia de destino, no la de origen. Ojalá que así fuera, y que México, para variar, “ayudara” a los migrantes en su viaje, en vez de andarlos “rescatando”...

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