Pablo Gómez
Foto de diariodelpacifico.com.mx/ |
La aprehensión de cuatro dirigentes del magisterio de Oaxaca,
más las que se lleven a cabo en las próximas horas, son parte de una táctica
política del gobierno. Esto quiere decir dos cosas: la justicia se utiliza como
instrumento de la gobernanza y esta misma se encuentra sometida a las órdenes
de la rama ejecutiva. Así era bajo el porfiriato; así era bajo Díaz Ordaz; así
era bajo Salinas; así es bajo Peña. Parece que México es un país que se muerde
la cola como perro enloquecido.
Los delitos que se dicen fueron cometidos por los ahora
encarcelados tuvieron lugar hace meses. Por lo visto el Ministerio Público
averigua cuando quiere y concluye a la hora que se lo ordenan. El delito
político de la acusación es motín aunque en este caso se trata de manifestaciones
a la entrada de una refinería de Pemex que no es una autoridad (el motín es una
conducta tendiente a evitar el cumplimiento de la ley por parte de la
autoridad). El motín no es un delito grave pero la PGR ya lo declaró de esa
manera.
Luego viene el robo, pero de ejemplares de libros de texto gratuito lo cual es algo absurdo. ¿Para qué robar algo que carece de precio en
el mercado? Como todo es una puesta en escena, entonces aparecen otros delitos
varios pero jamás de afirma cuando fueron cometidos y de que manera. El juez
que concedió las órdenes de aprehensión será el mismo que declare la formal
prisión (sujeción a proceso penal) y niegue la libertad bajo de fianza. Todo
está ya resuelto.
Esta puesta en escena nos está diciendo que el gobierno de
Peña ya no tiene ningún límite para usar como antes se hacía todo el aparato de
justicia y poner a ésta a su servicio político directo. La PGR no ha mejorado
por lo visto sino que ha empeorado en estas últimas semanas. No es que esta
forma de actuar sea nueva sino que en los últimos años se había realizado con
cierta cautela y sobre todo con enredos de tal manera que no fuera tan difícil
negar el uso político de la justicia.
Con estas aprehensiones hemos regresado de lleno al descaro
diazordacista. El secretario de Educación se ha referido a la conducta de los
cuatro inculpados. El subprocurador federal ha dicho que se trata de personas
contrarias a la reforma educativa (así llamada). Todos los periodistas del país
dan cuenta del estrecho vínculo entre los procesos penales que se va a abrir y
la actividad sindical y política de los acusados.
Se trata, sí, del uso de la prisión política como método político.
El diálogo y las negociaciones se van a un plano secundario. Ante esto, el
pronóstico es que en México habrá más violencia política procedente de todos
lados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario