Héctor Tenorio
El atentado que sufrió Fernando Moreno Peña,
exgobernador de Colima (1997-2003), el pasado 12 de octubre, aconteció en medio
de la lucha entre tres grupos criminales por el control del puerto de
Manzanillo: el Cártel de Sinaloa, Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco
Nueva Generación (CJNG), que ha incrementado su presencia en esa entidad y en
Michoacán, uno de su integrantes claves, Daniel Quintero Ristra fue
detenido. Siguiendo esta línea de
pensamientos, escenas semejantes podrían vivirse en tierras michoacanas donde
está en juego el control del puerto de Lázaro Cárdenas.
Aún no se tienen pruebas que permitan hacer un
pronunciamiento claro en torno al móvil del ataque al ex mandatario, cuando
éste mejore de salud podría dar datos importantes, en otras palabras no dirá
nada. Gracias a que en el restaurante donde ocurrieron los hechos había un
sistema de video-vigilancia, captaron imágenes claras de los atacantes que ya
fueron identificados.
El atentado trajo a la memoria la muerte trágica de
dos ex mandatarios de Colima: Gustavo Alberto Vázquez Montes (2004- 2005),
falleció en un accidente aéreo en Tzitzio, Michoacán, el 24 de febrero de 2005,
(él fue el sucesor de Moreno Peña). Se realizaron nuevas elecciones, las ganó
Jesús Silverio Cavazos Ceballos (2005-2009), fue asesinado en noviembre de
2010, hay la sospecha de que detrás de esto estaba Moreno Peña.
Estos sucesos dieron pie para que distintos
analistas ubicaran a Moreno Peña en el 2011 como operador en la campaña de
Fausto Vallejo Figueroa (2012 – 2014), en ese entonces candidato a gobernador de Michoacán quien se
apoyó de Los Caballeros Templarios para ganar. Recuerdo que el día de la
elección, recibimos reportes en Zacapu que los narcos estaban amenazando en
Tierra Caliente, a los perredistas y panistas quienes se abstuvieron de salir a
votar ante el temor que sus familiares fueran asesinados. Tiempo después corrió
la versión de que al candidato del Sol Azteca a la gubernatura Silvano Aureoles
Conejo le hicieron creer que tenía el respaldo de los templarios.
El gobierno de Vallejo Figueroa naufragó y terminó
pidiendo licencia, mientras que Jesús Reyna García gobernador interino en el
2014, sigue hundido en la cárcel junto con el líder de los transportistas, José
Martínez Pasalagua, acusados de tener vínculos con Servando Gómez Martínez, La
Tuta, quien en ese entonces era el líder de Los Caballeros Templarios. Al hijo de Vallejo, Rodrigo Vallejo El Gerber
también se le relacionó con el capo, él estaba encargado de cobrar los
impuestos a los ricos en Morelia a nombre de los narcos, estuvo un rato
detenido y luego salió.
El PRD michoacano pudo recomponerse y tiene el
poder. El gobernador Aureoles Conejo tendría que ver de reojo lo que sucede en
Colima, la violencia podría venírsele encima. El Cartel Jalisco Nueva
Generación no descarta avanzar militarmente e intentar tomar el puerto de
Lázaro Cárdenas, haciendo que la influencia de Los Caballeros Templarios y La
Tercera Hermandad, Los H3, sea mínima. Para lograr este objetivo liquidarán a
los políticos que estorben y a las autodefensas, a las que por cierto se les
sigue desarmando sin garantizarles su seguridad personal.
Lo que le sucedió a Moreno Peña es reprobable desde
cualquier punto que se le mire, pero todo parece indicar que es producto de la
asociación delictuosa entre políticos y delincuentes, resulta difícil ya
distinguirlos. Ante la falta de un Estado de derecho, algunos opinan que esto se puede interpretar como un
mensaje para los gobernadores y lo que ya no lo son. El narcotráfico quiere
poner orden, el asunto es que será a base de balazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario