Antonio
TENORIO ADAME
La crónica parlamentaria requiere de un traductor
múltiple de comunicación; cuando en el Senado se reforma a favor del lenguaje a
señas, y en San Lázaro se conviene en aprobar el Día Nacional de la oratoria.
A pesar de que el diputado Francisco Arroyo, un tribuno
de fuste retórico, exalta la condición de la inexistencia “de un buen
orador sin arquitectura intelectual basada en la lectura”, en el Senado en ocasión del Día
del Libro no se permite el acceso a la tribuna, planteado por Zoe Robledo (PRD), desde su curul la
senadora Marcela Guerra (PRI)
refiere la edición del libro América del Norte, retos y oportunidades.
El lenguaje a señas del Canal del Congreso se aprobó por
94 votos, y el Día Nacional de la oratoria con 364 a favor y 8 en contra. En
cambio la minuta de Armas de Fuegos no se admitieron ninguna reserva.
El Canal del Congreso se encuentra bajo turbulencia, su
reglamento determina que en caso de empate se repite la votación del director,
en este caso es triple empate y se impuso el principio de ponderación del voto.
No se conoce aún el dictamen de la Comisión de Reglamento. El Congreso requiere
a más de señas para mudos una visión de
un congreso mediático.
La televisión del Congreso debe considerar un método más
para que se escuche las demandas de la
oposición, oigan a quienes demandan que la Comisión de Puntos Constitucionales
formule el dictamen sobre el fuero de los servidores públicos. El senador Armando Ríos Piter (PRD), en el
desarrollo de la sesión solicitó reactivar los trabajos sobre reforma a la
Carta Magna en materia de inmunidad de servidores públicos,
La impunidad no empieza en el ciudadano
simple transmitido al complejo del poder, es de arriba abajo donde se enmarca
la impunidad, desde responsabilidad
oficial al Presidente de la República, porque es ahí donde se incuba el mal de
la corrupción que baña a la sociedad.
El Senador Alejandro Encinas denunció el marco de adversidades, de la reforma
del Sistema Anticorrupción, como mantener con un régimen de excepción al
Ejecutivo Federal, “El fuero” que impide
que sea objeto de responsabilidad y sanción ante la eventual comisión de algún
delito o algún acto de corrupción. Cuando toda la ciudadanía se encuentra
sujeta a las mismas leyes sin ningún privilegio”.
EL DIA DEL LIBRO se celebró con anticipación, miércoles
21 e abril, por la Comisión Bicameral del Sistema de Bibliotecas del Congreso
que preside Fernando Rodríguez Doval.
En el acto se reconocieron a 480 a donantes y casas editoriales que
contribuyen a enriquecer el acervo bibliográfico de la Biblioteca del Congreso.
El evento revista importancia del libro como el elemento
cultural de mayor peso en la formación de opinión. Fue, en el pasado, el principal apoyo informativo de los
legisladores, su influencia alcanzó
mayor penetración en los parlamentos a partir
de la Ilustración.
El 4 de septiembre de 1936 se inauguró la Biblioteca
Pública del Congreso de la Unión, ubicada en Tacuba 29. El ilustre sinaloense Genaro Estrada destacó en su alocución, enalteció que “el mundo entero concede lugar
preeminente al almacén de los conocimientos…para que lo encomendado a sus
cuidados deje de ser patrimonio exclusivo d ela erudición y de la sabiduría.”
Sin duda es una tarea considerable que no llega a su fin,
aun ese mensaje fuera escuchado por el diputado Heriberto Galindo cuya coincidencia de paisanaje le enlaza con el
compromiso histórico de fortalecer el bien comunitario del conocimiento
bibliotecario.
El valor de la palabra es fundamental en el parlamento,
de ahí deriva su origen,se destaca la importancia de su historia concebida magistralmente en libro
“Del Sermón al discurso cívico de México” del eminente michoacano Carlos Herrejón
Peredo y editado por los Colegios de Michoacán y el de México. Esa si es una
celebración de gala del libro y el discurso.
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