viernes, 10 de abril de 2015

La piedra de toque de Peña Nieto

Hugo Rangel Vargas
En efecto, una piedra de toque es aquella compuesta de diversos minerales y que es utilizada para conocer la pureza de los metales. Semejante a ella en su multiplicidad de componentes, la crítica hacia el desempeño económico de la administración de Enrique Peña Nieto y la diversidad de voces que concurren en lo que podría ser calificado como un “fracaso” o al menos como una “desilusión”; ha puesto a prueba la capacidad de tolerancia y de rectificación del presidente de la república.

Amalgamada por materiales como cal, oxido de hierro, carbón, mismos que no pueden ser atacados por los ácidos y que le dan el carácter conveniente para calibrar la integridad de los metales, la piedra de toque de la mineralogía tiene su símil en la confluencia de factores, prácticamente intocables por la ortodoxia neoliberal, que ahora sin embargo califican con dureza el magro desempeño de una de las economías que ha seguido a pie juntillas las recomendaciones de los organismos internacionales en materia de política pública.

Y es que si algo levanta ámpula entre los economistas de la guardia de Boston es la crítica de publicaciones con influencia en la opinión de los especialistas a nivel internacional. A los reveses que ha sufrido frente a la opinión pública internacional en temas como los derechos humanos y el clima de inseguridad provenientes de publicaciones como The Washington Post, The New York Times, la BBC de Londres, Le Monde y The Wall Street Jorunal; Enrique Peña Nieto agrega a la lista de criticas las provenientes del influyente diario británico The Financial Times apenas el pasado 7 de abril.

Para el rotativo londinense a los recortes presupuestales y la perspectiva de caída en el precio del petróleo, que han obligado a la revisión a la baja las expectativas de crecimiento económico; se agregan el incremento en los precios en productos como el huevo, mismos que generan la sensación de inestabilidad entre los ciudadanos.

Mas allá de lo que podrían ser opiniones, persisten sin embargo realidades innegables en el entorno que han llevado a concluir a instituciones como la CEPAL o el propio Banco de México, que el crecimiento económico proyectado a inicios del presente año para el 2015 en 3.2 por ciento, deba reconsiderarse a un 3 por ciento. En esta incapacidad estructural coinciden economistas como Paul Krugman quien recientemente, en una conferencia dictada ante empresarios agremiados en CANACINTRA, diría que el crecimiento económico de México resulta decepcionante pese a 30 años de reformas.

A ello se agrega el fenómeno inflacionario en bienes de la canasta básica, señalado por The Financial Times, mismo que pone en tela de juicio la capacidad regulatoria de los mercados por el entramado institucional que se ha construido en materia de competencia. En el caso del huevo, producto que se consume en promedio al nivel de 22 kilos per cápita en México, el incremento en su precio no tiene justificación alguna toda vez que según cifras oficiales la producción nacional de esta mercancía se incrementó en el primer bimestre del presente año en 2.6 por ciento; sin embargo queda claro que existe una red oligopólica de distribución y acaparamiento del bien que genera una burbuja especulativa reflejada en un elevado precio al consumidor.

A no dudar, Enrique Peña Nieto ha sido puesto a prueba en su investidura de “El salvador de México”, tan pregonada por la ronda de operadores mediáticos que administran fallidamente el pésimo desempeño presidencial. La piedra de toque del Presidente ha dejado en claro que el material constitutivo de su administración no es oro sino pirita, material que es llamado por los mineros “el oro de los tontos”.

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