sábado, 23 de mayo de 2015

México no está en llamas

Eduardo Ibarra Aguirre

Pareciera extraña y hasta gratuita la aseveración del titular de la Secretaría de Gobernación respecto a que el proceso electoral “No nos rebasa porque nuestro país no está en llamas, nuestro país no está incendiado”. Y puso como ejemplo que sólo 19 candidatos a cargos de elección popular solicitaron protección de la Policía Federal, la mitad de los casos por medio del Instituto Nacional Electoral que encabeza el ahora muy criticado Lorenzo Córdova Vianello por sus desafortunados juicios sobre un líder indígena, pero grabados de manera ilegal y filtrados con demasiada eficacia, justo cuando el muy inflado Partido Verde Ecologista (el de las tres falsedades) desde las pantallas del duopolio de la televisión, empieza a ocupar su verdadero espacio en la intención de voto.

Miguel Ángel Osorio añadió que se trata de “casos aislados que lamentamos profundamente y que estamos trabajando para que esto no suceda”, y “sólo hay 19 peticiones”. De éstas, informó el subsecretario Felipe Solís, la mayoría son de Michoacán, Guerrero, Veracruz y Puebla, donde no se registra oficialmente un severo problema de inseguridad, mientras que de Tamaulipas no existe solicitud alguna y no precisamente por los avances logrados en materia de seguridad pública, sino porque hace tiempo que los del crimen organizado usan a los partidos para colocar a sus presuntos aliados en alcaldías y diputaciones, por supuesto que con algunas excepciones.

Los juicios vertidos por el hidalguense de la Bella Airosa, vistos en el contexto nacional parecieran una torpeza sin que falte el uso del adjetivo más altisonante. Para entenderlos es preciso registrar que el mismo día desde Londres, Inglaterra, se dio a conocer el informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, a cargo de Nigel Inkster, y donde se postula que en 2014 hubo menos conflictos armados en el mundo, pero se reportaron más muertes, “con Siria, Irak y México a la cabeza”.

De acuerdo con el documento del IISS, por sus siglas en inglés, en el transcurso de 2014 hubo en la aldea global 42 conflictos armados (guerras civiles, insurrecciones y otros enfrentamientos), 21 menos que en 2008. Cuenta que el avance del Estado Islámico dejó 18 mil muertos en Irak, el segundo país en número de muertes en un conflicto, “por delante de México, con unas 15 mil (3 mil menos que en 2013).”

El autor Nigel Inkster sostiene que México sigue sufriendo altos índices de violencia debido a las bandas criminales. En septiembre de 2014, tras el asesinato de 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, “los mil 800 policías municipales, muchos de los cuales estaban corrompidos por los narcotraficantes, fueron integrados en una fuerza nacional; una gendarmería originalmente planeada para conformarse con 40 mil hombres pero que en la práctica comenzó operaciones con sólo 5 mil efectivos.” La fuente de la temeraria aseveración no aparece registrada.

Plantea, además, que “La violencia en México sigue distribuida de manera irregular, con 70 por ciento de la incidencia de violencia concentrada en 10 estados ubicados en las principales rutas de tráfico de drogas hacia Estados Unidos.” (La Jornada, 21-V-15, con información de la berlinesa DPA y la parisina AFP). Y también sin especificar los municipios y/o regiones de las entidades federativas.

Osorio Chong y el gobierno que representa están en su derecho a replicar, a polemizar, con los múltiples reportes periodísticos y académicos del extranjero sobre la realidad mexicana, y los ciudadanos a cotejar unos y otros y sacar sus propias conclusiones.

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