martes, 19 de mayo de 2015

Taller de Lecto-escritura

Gonzalo Vázquez

¿Estás de acuerdo en que escribir es un acto que va más allá de tomar, tanto la pluma como el teclado de la computadora, para llenar una hoja de papel con letras y signos carentes de sentido?

Entonces este mensaje es para ti.

Desde su invención, la escritura y la lectura se volvieron ineludibles. Hoy leemos el periódico, una revista, un libro, una página web, podemos ver una película con subtítulos en español; leemos las etiquetas de numerosos productos; somos voraces consumidores de todo tipo de anuncios publicitarios...

De una u otra manera, siempre de forma constante, nos vemos en la necesidad de fijar —aunque sólo sea durante unos segundos— el continuo flujo de nuestras ideas, para resolver las necesidades más elementales: desde las que plantea el quehacer cotidiano y el trabajo necesario para vivir y conseguir el amor, hasta las que nos exige la sensibilidad, la creatividad o en un determinado momento el pensamiento científico o filosófico más sofisticado.

La escritura es una consecuencia del habla, una expresión más del pensamiento; pero cuando debemos compartirlo con los demás —cuando debe trascender el ámbito individual— nos guste o no, estemos conscientes de ello o no, es una carta más de presentación. En soledad podemos tomar notas y hacer apuntes como lo consideremos adecuado; pero si deseamos transmitir una idea tenemos que recurrir a un código (un sistema compuesto por signos y reglas específicos) que nos permita formular y comprender mensajes, común tanto para quien los emite como para quien los recibe.

Precisamente por esa razón te invito a hacerlo mediante un taller literario; y al hablar de “literatura” no busco asustarte con una práctica destinada a unos cuantos seres inspirados y devoradores de libros, sino abrirte a un número infinito de posibilidades expresivas a partir de tus necesidades. Pues así como aprendemos a hablar oyendo, aprendemos a escribir leyendo. Para tal efecto, como punto de partida he seleccionado un conjunto de textos (ensayos, cuentos y poemas mexicanos escritos en el siglo XX): en mi opinión, la riqueza de la literatura del siglo pasado radica no sólo en la amenidad de su discurso y en su enorme variedad de formas expresivas como de estilos narrativos, sino que además proviene de escritores con diversas ideologías, concepciones del mundo y visiones de la literatura.

Hablo de un “taller” porque se trata de que aprendamos todos al mismo tiempo (no sólo tú como “alumno”); porque yo te brindaré los elementos y tú me enseñarás a expresarme de otras mil maneras diferentes (el estilo es tan personal como las huellas dactilares), pero con respeto a nuestro idioma. Pienso que sólo de esta manera te podrás dar cuenta de que en el lenguaje, como sucede con la Naturaleza o en el Universo, absolutamente todo es posible si se sabe hacer.

El objetivo del taller es comunicar, poner en común a través de un código llamado “escritura” (vista como un conjunto de letras y de signos), desde la lista de las compras que pensamos llevar a cabo; un recado para otra persona; un informe de trabajo; una queja por un servicio mal recibido o cierta incomodidad que nos hicieron pasar; el amor que sentimos por alguien; un cuento que ha salido de nuestra imaginación; el relato de una idea, un pensamiento o un episodio de nuestra vida digno de ser recordado (antes de ser evaporado en el olvido); hasta un trabajo de investigación o una tesis profesional.

Ahora bien: mi intención está lejos de darte una clase a la usanza tradicional, mediante la que se aprendía a escribir gracias a la memorización de un sinfín de reglas sintácticas y ortográficas. Yo te invito a hacerlo de una forma amena y divertida. “La letra con sangre entra”, título de un cuadro del pintor español Francisco de Goya, ciertamente es una denuncia del trato que los profesores solían tener con sus alumnos. Tal vez no de la misma manera que antes, es verdad; pero la gente suele tomar esta frase a veces de una forma literal, sin reparar en que escribir es y debe ser, ante todo, una práctica de libertad.


Cuéntanos cómo lo ves: ¿te interesa formar parte del taller?

Mi nombre es Gonzalo Vázquez Mantecón.
Mi teléfono particular es el 38 71 56 36
El número de mi móvil (con whatsapp) es el 55 41 75 73 18

Mi dirección electrónica es gonvazman@hotmail.com

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