Héctor Tenorio
La
violencia que se suscitó en la delegación Cuajimalpa entre priístas y
perredistas, la destrucción de propaganda en Tlalpan, las acusaciones entre candidatos
en la Miguel Hidalgo, la muerte de Israel Hernández asesor de Aída Beltrán
candidata del tricicolor a la Asamblea Legislativa en Azcapotzalco, contrasta
con la tranquilidad que se vive en el proceso electoral de Iztacalco. Ahí se pueden
percibir mejorías en las vialidades, más iluminación, (vale la pena precisar que
hace tres años la demarcación estaba iluminada en un 30 por ciento, actualmente
en un 80 por ciento).
Uno siente más seguridad al caminar aunque los habitantes
de esta zona de la ciudad consideran que se tiene que mejorar. Así lo entiende el
candidato a jefe delegacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD)
Carlos Estrada: “El tema de la seguridad es la prioridad, es el eje transversal
de nuestra propuesta, sin duda es una
cuestión de percepción al que ningún municipio del país escapa”.
El perredista no se confía a pesar de que
en las diversas encuestas va adelante con el 48 por ciento de las preferencias,
muy lejos del 18 por ciento del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del
9 por ciento del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y del 2 por ciento
del Movimiento Ciudadano.
Carlos Estrada califica al candidato de
MC, Armado Quintero como “un cartucho quemado sin derecho a ser reciclado”.
Sentenció que lejos de ayudar al partido de Dante Delgado lo perjudica. En el
mismo tenor el perredista tiene palabras para Andrés López Obrador a quien considera “un autoritario que promueve el
odio.” Es tajante al manifestar su oposición a los liderazgos mesiánicos. “Ha terminado
jugando un papel de esquirol en la lucha contra la derecha”. Recuerda que uno
de los hombres fuertes de Morena, Ricardo Monreal se reunión con el ex líder
del tricolor en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez quien fue investigado por su
presunta red de prostitución.
Desde su punto de vista el 8 de junio el
PRD se encontrará a sí mismo y no como un accesorio del caudillismo,
codependiente de lo que diga un dedito. “Aprisionado
a berrinches personales, esperando noticias unilaterales como sucedió cuando
AMLO tomó El Paseo de la Reforma”. Carlos Estrada quiere que la delegación Iztacalco
se convierta en el epicentro de una discusión
sería sobre el rumbo que debe tomar la izquierda.
El
abanderado del Sol Azteca se da cuenta del reto que asumirá en caso de que gane
las elecciones el próximo 7 de junio. Reflexiona sobre lo importante que es imprimir
un sello personal a su gestión, plantea un rediseño institucional del gobierno
delegacional: “Sin hacer más grande el
aparato burocrático se crearán dos direcciones territoriales: una en el oriente
y la otra en el poniente. El objetivo es consolidar la identidad a través de la
fuerza de los barrios”.
Entre otras tareas se propone aunque menos vistosa, el rediseño de los centros
culturales. Desde su punto de vista estos lugares deben convertirse en espacios
activos para la comunidad donde se pueda reconstruir el tejido social.
El candidato reconoce la dificultad que
implica la vecindad con el municipio de Nezahualcóyotl, Carlos Estrada aseguró que
respaldará las acciones metropolitanas con el objetivo de solucionar el
problema que existe en el paradero Pantitlán que se distingue por el transporte
pesado y caduco, los chichimecos, “es
una zona de nadie”. Sin duda, son buenas noticias para los ciudadanos porque
ese lugar es un foco de inseguridad.
A unos días de la elección las calles en
Iztacalco no están saturadas de propaganda y en el rostro de las personas se
percibe un deseo de que las cosas mejoren pero también de incredulidad.
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