miércoles, 3 de junio de 2015

La derrota capitalina que vaticinó Navarrete

Eduardo Ibarra Aguirre
 
El audio sobre una reunión “privada” entre Carlos Navarrete y militantes a punto de abandonar las filas del Partido de la Revolución Democrática, grabado a mediados de mayo y dado a conocer por diario El Universal el 1 de junio, pone en relieve que si para entonces no existía el presunto o real acuerdo entre la dirigencia del PRD y Los Pinos “para derrotar a López Obrador muy particularmente en el DF.” --tal y como lo postuló Ricardo Pascoe en Excélsior con el texto “Viene un golpe de Estado electoral” (29-V-15)–, la necesidad política era imperiosa.
Acaso no existía el pacto denunciado, mas queda clara la necesidad de suscribirlo si el próximo domingo la dirigencia perredista aspira a ser mayoría capitalina, cuando varias encuesta dibujan una Asamblea Legislativa partida por la mitad entre el Movimiento Regeneración Nacional y el PRD.
Resultan cándidas las lecturas hechas por varios dirigentes perredistas que atribuyen la divulgación del audio al propósito de limitar los efectos muy positivos del cierre de campaña dominical en el Zócalo capitalino, donde según Raúl Flores reunieron a 130 mil partidarios, cuando es del dominio público que allí caben 70 mil personas si se colocan de cuatro por cada metro cuadrado sólo en la plancha, como fue corroborado antes del Zócalo rojo del Partido Socialista Unificado de México –alrededor de la candidatura presidencial de Arnoldo Martínez Verdugo–, que no era lo mismo que “los socialistas del señor presidente” que se agrupaban en el Partido Socialista de los Trabajadores, bajo la guía de Rafael Aguilar Talamantes, y de donde provienen los principales dirigentes del PRD y de la “hegemónica” Nueva Izquierda.


El cómico involuntario Flores dijo a “los hastiados asistentes que tuvieron que escuchar a 10 oradores”, que “por primera vez en mucho tiempo llega el PRD a esta simbólica plaza sin caudillos, sin amos de la verdad, sin el yugo de la orden directa y la obediencia ciega, sino con la fuerza representada en un gran colectivo de dirigencias delegacionales.” (La Jornada, 1-VI-15). ¿Y en qué parte del escalafón partidario estaba entonces el valiente que hasta hoy hace la denuncia?
Veamos lo que dice Navarrete Ruiz en el audio de casi nueve minutos de duración. En síntesis plantea que su partido perderá la Jefatura de Gobierno en 2018 ante Morena o el Partido Revolucionario Institucional. Además que su corriente, Los Chuchos, es una “federación de capos” en el DF. Y que “La llegada (al GDF) de un personaje como (Miguel Ángel) Mancera” contribuye a “que pronto el partido tendrá que irse a la oposición”. A Manuel Bartlett lo denomina “pinche asesino. Autor del fraude del 88”.
El guanajuatense de Salvatierra que soñó con encabezar al GDF reculó enseguida de ser exhibido como parlanchín y ahora resulta que seguido hace ejercicio de “autocrítica”, además de que el audio fue “cortado, pegado y manipulado para sacar de contexto lo planteado”.
¡Ah! pero eso sí, “después de la llamada de atención”, que reconoce se produjo el 16 de marzo en una reunión con dirigentes, mientras que el audio de El Universal es del 16 de mayo, “el sol azteca ha logrado reencontrarse con sus electores y movilizar a sus afiliados por lo que adelanta que cierran la campaña con cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas movilizados”.
Qué dirigente partidista tan extraordinario, acaso sin precedente en la historia mexicana, que con una “llamada de atención” provoca un reencuentro entre dirigentes, afiliados y electores durante una campaña que comenzó el 20 de abril y afortunadamente termina mañana.

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