viernes, 19 de junio de 2015

Ley de desapariciones forzadas; una promesa más

Antonio TENORIO ADAME
  • El viejo fantasma de la monarquía prepara festín
  • Liberales y neoliberales por comparecencia de la SEP
Los poderes se recrean en el juego de la diplomacia, el Presidente visita el Palacio del Quirinal, condecora a Sartori (quien habla de fusilamientos), y exhibe logros económicos, para afirmar triunfos de la democracia.

La Comisión Permanente  del Congreso,  se alegra y viste de luces por la llegada de los Reyes de España, a pesar de los  más de doscientos años no acaba de extinguirse la “mascara”  de Fernando VII, ni los fusilamientos de Iturbide y Maximiliano. La huella indeleble de la monarquía sigue en el alma del “imperio presidencial”.

En el transcurso de la Sesión de la Comisión Permanente el Presidente Miguel Barbosa Huerta, declaró aprobada por el Congreso de la Unión la Ley de desapariciones forzosas. Donde se  otorga facultades al Congreso  para expedir leyes generales que establezcan como mínimo, los tipos penales y sus sanciones para los delitos de tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y desaparición forzada de personas.

Para el  Presidente  Peña Nieto los logros electorales son la confirmación de sus aciertos económicos, más de un millón trescientos mil  empleos creados en treinta meses, según sus propias estimaciones. La realidad va más allá en una sociedad sometida por la “guerra”, como califica Sartori, donde se debe “fusilar” a delincuentes, aunque su opinión es redundante porque eso precisamente  ocurre en la realidad de Tlatlaya.

La Comisión Permanente  valora otras percepciones, la cita a comparecer del Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor y Consejeros de Instituto Nacional de Evaluación Educativa, debe explicar la suspensión “definitiva” de la evaluación educativa.

Las peticiones de comparecencias se extienden sin más límites que sean fundadas en las capacidades del órgano legislativo, el Presidente Miguel Barbosa; se muestra cauto y  habla de evaluar la comparecencia de cuatro gobernadores, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas,  donde no se ejercita  la reforma educativa, en razón de que  la aplicación de  responsabilidades se basa en el juicio de procedencia y en el político que debe establecer el pleno del Congreso y no la exigencia de la Comisión Permanente.

La convocatoria al responsable de la educación se dirime con un debate ríspido, donde la oposición  (PRD y MC)  afirma que la “evaluación educativa” se usó con fines electorales, a favor del PRI . Se pide comparezcan funcionarios de  Gobernación (PAN y PRD). Un tema tan complejo y confrontado en sus visiones une a liberales laicos con neoliberales creyentes. Los matices de la izquierda presenta oscilan entre el orden laboral y la filiación sindical. El diputado (PRD) Miguel Alonso Raya envía misiles en defensa de su interés individual (SNTE).

Es lógico que el debate sea confrontado, sin embargo , lo que destaca es que la oposición ampliada no solo discute, defiende y crea  en una reforma globalizadora inspirada por la OCDE, sin ofrecer un proyecto alterno . Los ataques son más de orden personal y al funcionario, quien bien  acredita  la ocupación del escritorio de José Vasconcelos.

NIÑOS TRABAJADORES SIN ESCUELA fue un asunto abordado por el pleno de la Permanente; el propósito es aplicar el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo para evitar el trabajo en la niñez; un problema que  deriva en explotación y fracaso de la sociedad.

En el mundo son 215 millones de niños explotados; en México de un total de 29 millones hay  2 millones que no recibe educación, siendo 276 mil que no van a la escuela porque trabajan.

El drama mayor de la niñez se  sufre en la movilidad migrante, donde se opera la desaparición forzada, la ejecución física y la sustracción de órganos humanos para su comercialización en el mercado negro. En el 2014 en plena crisis de la niñez  el Presidente Obama solicitó 3400 millones de dólares para paliar la llegada de 60 mil menores sin acompañantes, en este año se estima serán 45 mil niños que soliciten ingresar al territorio de la Unión Americana.

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