jueves, 4 de junio de 2015

México del Norte

Jorge Mújica Murias

Billetes pa' Dentro

A veces me da la impresión de que los "nuevos estudios" simplemente repiten los "viejos estudios", pero como los argumentos contra la inmigración también son viejos pero se repiten constantemente, vale la pena que nosotros repitamos también los argumentos en favor.
Un nuevo estudio del Instituto de Políticas Económicas e Impuestos analizó lo que los inmigrantes sin papeles aportaron en impuestos durante el año 2012. En promedio, un 8 por ciento de su ingreso fue pagado en impuestos locales y estatales, un total de 11 mil 800 millones de dólares, lo cual resulta más lana que el promedio de un 5.4 por ciento pagado por el 1 por ciento de la población que gana más lana en todo el país.
Más clarito, los indocumentados pagaron más lana en impuestos locales y estatales que los ultramillonarios del país. La cifra incluye 7 mil millones de dólares de impuestos en compras directas, y 3 mil 600 millones en impuestos a la propiedad, y no incluye lo que se pagó en impuestos federales, y calcula un número total de 11 millones de indocumentados.
Por estado, los pagos van desde apenas 3.2 millones de dólares en Montana, pagados por apenas 6 mil indocumentados, hasta más de 3 mil 200 millones de dolarucos aportados por los 3.1 millones de sin papeles en California.
Según los autores del estudio, si los programas administrativos de Barack Obama, DAPA y DACA se pusieran en práctica, arrojarian otros 845 millones de dólares en impuestos para las arcas de los estados y ciudades donde viven.
Los anti-inmigrantes, obviamente, pusieron el grito en cielo al publicarse el estudio, clamando como siempre que los indocumentados le cuestan mucho a los estados en educación, cuidados de salud y otros servicios públicos.
Es un argumento relativamente razonable, porque la mayoría de impuestos se pagan al gobierno federal, y del presupuesto federal es de donde sale el dinero para los servicios que proporcionan los estados. Obviamente ese no es problema de los indocumentados sino del gobierno federal, que se revienta la mitad de los impuestos en gastos militares en vez de servicios, pero los antis no hablan de ello y se conforman con culpar a los sin papeles de la pobreza de los estados.

Billetes pa' Fuera

Y como las noticias tienen la tendencia de llegar en pares, a'i les va otra de billetes. El año pasado, 2014, las remesas a México superaron por primera vez en la historia, los flujos de inversión directa extranjera, según BBVA Bancomer. Según Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer, las remesas se convirtieron en 2014 en la principal fuente de divisas para el país y esta tendencia continuará en 2015. La inversión extranjera directa varía cada año, entre 20 mil y 22 mil millones de dólares, y para 2015 las remesas posiblemente llegarán a 25 mil millones de dólares, dice Serrano.
Para el economista, esto "No es bueno ni malo en sí mismo. México es el quinto país del mundo como receptor de remesas y el segundo destino de inversión extranjera directa en Latinoamérica".
Es curiosa la forma de decirlo, "ni bueno ni malo". Es un punto de vista de macroeconomista, de alguien que mira números y no los relaciona con gente.
En la realidad real, es malo, es pésimo.
La realidad real y concreta del trabajador mexicano en Estados Unidos, con y sin papeles, está compuesta de dólares y centavos, no de miles de millones de nada. Ese trabajador gana, en promedio, alrededor de 25 mil dólares al año. Si le quitamos poco más de tres mil dólares entre impuestos locales y estatales, y de envíos de remesas, ya solo les quedaron 22 mil dólares. Quítele otros tres mil de impuestos federales, y ya solamente quedaron 19 mil para renta, comida, transportación, vestido y diversiones.
Con esas cantidades, la diversión se limita a rentar una película los fines de semana, la renta a un lugar donde no cabe una familia, la comida para chatarra y el vestido para garras de segunda.
Es pésimo además, porque las remesas se van derechito al gasto directo en México, es decir, a renta, comida, transportación y vestido. Dudo mucho que a diversión.
La gran diferencia es que la inversión extranjera es éso, "inversión", lo cual quiere decir que se espera una "ganancia". Las remesas en cambio, son simple "gasto" y punto.
En otras palabras, en Estados Unidos nos toca pagar más que lo que pagan los millonarios, y en México nos toca gastar lo que ellos no se gastan. Es un reparto universal de la pobreza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario