Como
una organización política no partidista, Organización Global de Legisladores por un Medio Ambiente Balanceado (GLOBE por sus siglas en inglés) apoya a los
legisladores a través de capítulos nacionales para desarrollar, promover y supervisar
la aplicación de políticas y leyes en pro del desarrollo sostenible, con
énfasis en el cambio climático, la contabilidad económica del medio ambiente y
la gobernanza, declaró el senador Alejandro Encinas en su participación en el
Parlamento Latinoamericano, Panamá.
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Foto de climaticocambio.com/ |
Externó
que la Organización Global de Legisladores para el Equilibrio Ambiental (GLOBE), es la red parlamentaria más grande del mundo
dedicada al liderazgo legislativo en el desarrollo sostenible y el cambio
climático.
Recordó
que en junio del 2014 en la Ciudad de México se constituyó el Capítulo de Globe
Américas el cual fue creado para promover y desarrollar iniciativas que enfrentaran y mitigaran el cambio
climático, conformado por los países Belice,
Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Guyana,
Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Surinam, México
y Venezuela.
Manifestó
que actualmente GLOBE Internacional cuenta con 90 países.
Externó
que en los últimos años existe una fiebre legislativa, ya que en 1994 existían
54 legislaciones para cada uno de los 90 países, que contienen un análisis
comparado de fichas informativas de cada país con indicadores claves, así como
una base de datos con más de 800 leyes.
Señaló
que a partir del 01 de enero del 2015, existen 804 leyes de las cuales en 18
países de América Latina y el Caribe alcanza la cifra de 141 leyes y políticas
públicas.
Manifestó
que el estudio de legislación global 2015 es una serie de documentos que
incluye legislación, normas, y decretos con un estatus comparable que se
refiere de manera específica al cambio climático, el cual tiene que ver con la
reducción de la demanda de energía, la promoción del uso sostenible de la
tierra, el transporte sostenible y la adaptación a los impactos climáticos.
El
legislador declaró que la definición de “legislación sobre cambio climático” no
es precisa, ya que existen ambigüedades tanto en el término “cambio climático”
como en el término “legislación”, por lo que en el debate del día de ayer 30 de
julio 2015, por acuerdo de todos los
legisladores coincidieron que el fenómeno de cambio climático es una realidad y
no una especulación, ya que está
científicamente comprobado; ya que los grandes eventos mundiales multilaterales
se encuentran en una inercia que los ha llevado al estancamiento, detenido
principalmente por los países que mayores emisiones de contaminantes generan, lo
que afecta y genera situaciones de riesgo y vulnerabilidad en los países de
menor desarrollo económico, de mayor pobreza y que menos emisiones de
contaminantes genera.
Dejó
en claro, que estos argumentos se han convertido también en una coartada para los
gobiernos nacionales que no quieren hacer nada, dijo que no solo basta con hacer leyes que promuevan el cambio
climático, sino hay que cumplirlas, ya que llevan 21 años debatiendo la
necesidad de elaborar legislaciones nacionales de acuerdo a las características
de cada país.
Hizo mención que los representares del
Parlamento Andino, externaron que se requiere de una visión integral y de leyes
que contemplen acciones para prevenir y mitigar el impacto y desarrolle
capacidades para la adaptación al cambio climático.
“Se
necesitan leyes y acciones integrales
transversales, además de normas, políticas públicas y recursos que permitan su
implementación” afirmó.
Aseveró
“por eso, el análisis de la situación actual y del papel que debemos desempeñar
como legisladores, no puede ceñirse al recuento de leyes y a la crítica
respecto a la actuación de los encuentros multilaterales o las decisiones de
los gobiernos nacionales. Se requiere una nueva metodología: Leyes, Normas
ambientales, políticas y programas públicos, recursos asignados a éstos,
evaluación de las capacidades institucionales para su implementación,
mecanismos de participación social, responsabilidades del sector privado y
retomar, la necesidad de impulsar la educación ambiental y el rescate de las tradiciones y
cultura de convivencia con la naturaleza”.
De
igual forma, el senador Encinas Rodríguez detalló que todos los países, con la
excepción de Libia, han llevado a cabo algún tipo de evaluación de riesgo de
cambio climático. Sin embargo, manifestó que las evaluaciones varían desde una
cobertura relativamente superficial en las comunicaciones nacionales de los
países a la CMNUCC a evaluaciones integrales de riesgo a nivel nacional. De los
países incluidos en este análisis, la mayoría sólo han abordado lo riesgos
climáticos en el ámbito de sus comunicaciones nacionales, y el nivel de detalle
incluido en ellas varía considerablemente. El resto de los países ha producido
evaluaciones de riesgo más precisas, además de sus comunicaciones nacionales
(como por ejemplo evaluaciones sobre los recursos hídricos, el área costera o
la desertización). Empero, casi dos quintas partes de los países también han
realizado evaluaciones integrales sobre riesgos a escala nacional.
Enfatizó que estas evaluaciones en ocasiones son
ejercicios independientes, pero se incluye a menudo en los documentos sobre
estrategia de cambio climático o en los planes nacionales de adaptación.
Comentó
que tener objetivos climáticos claros ayuda a fijar una trayectoria a largo plazo,
sin embargo, el horizonte a largo plazo necesario para las políticas climáticas
choca con el ciclo político, que es mucho más corto.
Explicó
que casi la mitad de los países del estudio -44 de los 99- tienen objetivos de
reducción de emisiones vinculados al conjunto
de la economía, es decir, la abrumadora mayoría de las emisiones
globales están sujetas ahora a un objetivo concreto de emisiones.
Señaló
que 41 países hasta 2020 y 27 tienen objetivos de reducción de emisiones, ya
que ven más allá del 2020.
Por
otro lado, el legislador cuestionó ¿Qué hace que una ley sobre el clima sea
buena e instrumentable?
Externó
que además de la complejidad inherente de las políticas climáticas (por
ejemplo, el enfoque correcto para la promoción de la tecnología limpia, la
eficiencia energética o la protección forestal), existen variaciones enormes
entre países en términos de estructura económica, fase de desarrollo,
exposición al riesgo climático, cultura legislativa, opinión pública y
liderazgo político. Por lo que no existe una receta única para todos.
Señaló
que hay varios elementos únicos que pueden ser considerados buenas prácticas,
como la información, objetivos y políticos. La información indica la situación
en la que están los países; los objetivos indican a dónde quieren ir los
países, y las leyes y políticas muestran el camino para llegar.
“Como
la ley de cambio climático del Reino Unido de 2008 y la ley general sobre cabio
climático de México de 2012 presentan atención especial a los acuerdos
institucionales. Otro aspecto clave son las disposiciones de financiación,
incluidos los procesos para movilizar la financiación climática procedente de
fuentes privadas y públicas”, indicó
Recalcó
que una buena legislación sobre cambio climático es disponer de un inventario
de GEI que implique la notificación obligatoria, oportuna y sistemática de las
emisiones de GEI por parte de todos los sectores, así como evaluaciones de riesgo de cambio climático
periódicas.
Subrayó
que hay una gran variación en las fechas y en la frecuencia con la que se
dispone de información, lo que incluye algunos inventarios muy desfasados.
Por
último, el senador Alejandro Encinas externó que en México se ha dado un largo debate como en:
1986
con la LGEPA (Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente).
1993
con la Ley general de Asentamientos Humanos.
2007
La primera estrategia nacional contra el cambio climático cuyo objetivo era
definir y consensar una política pública y una agenda sobre el tema.
2012
Aprobación de la Ley General de Cambio
Climático, con una estrategia de disminución de emisiones de GEI hasta 2040,
basada en los siguientes ejes:
Reducir
la vulnerabilidad de la población en zonas de riesgo.
Reducir
la vulnerabilidad en las zonas de producción y de infraestructura estratégica.
Ante contingencia climáticas.
Construir acciones de adaptabilidad de los ecosistemas ante efectos del calentamiento global.
Construir acciones de adaptabilidad de los ecosistemas ante efectos del calentamiento global.
Acelerar
la transición hacia fuentes de energía limpia.
Reducir
la intensidad, uso y eficiencia de la energía de origen fósil.
Transitar
a un modelo de ciudades sustentables.
Mejorar
las prácticas agrícolas y forestales para reducir los ritmos de desforestación
y desertificación.
Reducir
el corto plazo las emisiones
contaminantes en especial de gas metano. (Reducir 30% las emisiones en 20120, y
50% en 2050, con año base 2012).
2013
México adopto la estrategia 10-20-30.
2014,
Puesta en marcha de la estrategia para lograr un verdadero desarrollo
sustentable
2014.
Se integra la Comisión sobre Cambio Climático, presidida por el Ejecutivo
federal donde participan 13 secretarías de Estado, se impulso a la legislación
local: hoy 9 entidades de las 32 del país tienen una ley local sobre cambio
climático.
Otras acciones:
Inventario
de emisiones.
Mapa
de riesgos.
Ley
de Energía Renovables.
Ley
de energía sustentable.
2009
Fondo de estímulo a la creación de fuentes energía renovable (220 millones de
pesos).
2013
Incorporación del concepto de sustentabilidad a la Constitución en 21 leyes
federales.
Abril
2014 programa de energía sustentable.
2015
Impuesto a emisiones de carbono y mecanismos de autoregulación en la
disminución de emisiones.
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