martes, 22 de septiembre de 2015

Del nuevo laborismo al socialismo

Pablo Gómez

Foto de jeremycorbyn.org.uk
Ha triunfado Jeremy Corbyn en la elección interna del Partido Laborista de la Gran Bretaña con casi el 60 por ciento de los votos. Este es un acontecimiento inusitado dentro del laborismo oportunista y conservador que ha prevalecido durante varias décadas.

El triunfo de un socialista dentro del laborismo británico debería ser algo normal porque ese partido es la versión socialdemócrata en el Reino Unido. Sin embargo, estamos frente a un acontecimiento que remueve la lucha política en tanto que los postulados de ese viejo socialismo vuelven a tener vigencia al menos dentro de las filas del Partido Laborista.
La derrota electoral y la forma en como ésta se produjo cimbró al Partido Laborista pero no a ese que existe en el parlamento, del cual ha formado parte Corbyn como disidente, sino al de la calle y al de los sindicatos. ¿A dónde ir con una política tan oportunista como la que fue impuesta durante varias décadas? ¿Es acaso tan fuerte el conservadurismo británico como para que el laborismo se le entregue prácticamente de cuerpo entero?
Durante la época de Tony Blair el nuevo laborismo convenció a una mayoría por cuanto que era un equilibrio conservador pero moderno, admitido por el partido en tanto que tenía el control del gobierno. Pero ubicarse en un conservadurismo corriente estando en la oposición no parece ser atractivo para los obreros y mucho menos para los jóvenes. Y así fue, al parecer. Centenares de miles de jóvenes se afiliaron al Partido Laborista, pagando tres libras, para poder votar sencillamente porque tenían un candidato a quien apoyar con plena convicción.

Jeremy Corbyn forma parte de la generación de la lucha contra la guerra de Viet Nam, es un consistente antibelicista. Es también un socialista ubicado en la crítica del laborismo conservador. Desde 1983 es miembro del Parlamento, ha sido reelegido ocho veces, lo cual le permitió ser una opción de liderazgo dentro de su partido cuando las cosas llegaron al extremo. Aquí hay toda una lección. En lugar de refugiarse en la vida privada Corbyn nunca renunció a hacer la crítica dentro de la cual se incluía a su propio partido. Su mantenimiento en el Parlamento le permitió ser visible, estar en la lucha política sin hacer a un lado sus propios planteamientos. Millones le conocen.
Desde el gobierno conservador se ha presentado el mayor rechazo a Corbyn. Él es ahora una amenaza contra la seguridad nacional según el ministro de Defensa y el mismísimo primer ministro de la Gran Bretaña, David Cameron, quien  ha quedado como un troglodita de la política europea, aunque no sea por primera vez. 
¿Cuáles son los puntos? La OTAN carece de justificación. El andamiaje estratégico nuclear británico carece de sentido. Todo eso es demasiado caro para un país que requiere fondos para defender la salud y la educación públicas. Corbyn quiere además que el fisco cobre un mayor porcentaje sobre el ingreso de los multimillonarios. 
Nada nuevo, pero sí muy repudiable para quienes dominan la política británica… por ahora. La prensa de derecha se le ha echado encima porque no cantó el himno nacional (“God save the Queen”) en una ceremonia, lo que ha sido interpretado como una falta de respeto a la reina aunque no haya dicho absolutamente nada. Así seguirán a cada paso porque le temen a Corbyn como a nadie.

Hay algunos temas en los cuales los torys siguen dando fuerza a Corbyn. Restricción de huelgas al estilo México y fuga de la Unión Europea. La nueva dirección laborista, con su gabinete sombra que tiene mayoría de mujeres, va a dar la pelea en todos los terrenos al gobierno conservador de Cameron. Ya era hora. Mas el liderazgo de Corbyn tendrá algunas repercusiones en Europa. 
Es verdad que faltan más de tres años para las elecciones pero la existencia en Gran Bretaña de una fuerte oposición, clara en sus planteamientos, veraz, predecible, firme y sensata, es también una oportunidad para Europa en tanto que forma parte de un fenómeno que está atravesando al viejo continente. Veremos el domingo próximo cómo les va a los griegos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario